Tal y como hacía referencia en uno de los primeros post de este Blog, actualmente existen en el mercado algo más de 6.0000 componentes químicos permitidos, pero no controlados. Esto significa que en los productos aparecen agentes químicos que nos pueden causar, no sólo alergias o eczemas, sino también asma, problemas de pigmentación de la piel, cáncer e incluso daños genéticos a futuros bebés.
La Industria Cosmética vende imagen; la calidad depende de la marca y del ánimo de lucro de la empresa o fabricante.
La pugna por maximizar el beneficio y minimizar la inversión, ha llevado a la creación de sustancias químicas que no son beneficiosas para la piel, solamente engañan la vista; y lo cierto es que nos la engañan "a todos".
La manera más sencilla de cuidar la piel es aportarle nutrientes, de modo que ella misma se pueda recuperar. Sin embargo, en la larga cantidad de ingredientes que nos encontramos en cualquiera de los cosméticos de la perfumería, existen sustancias que no apartan nada; realmente sólo tienen efectos meramente físicos, cuyo único y verdadero problema es que en su uso más o menos contínuo, pueden producir graves daños en la epidermis.
Estos son algunos ejemplos:
Agentes Químicos que hinchan la piel: Hacen "desaparecer" las arrugas. A largo plazo se expanden las células, el tejido decae, se vuelve fálcido; es entonces cuando la persona reacciona aplicándose más producto, ya que tiene la impresión de que su piel ya no puede sobrevivir sin él.
Agentes que Decoloran la piel: Se trata de sustancias agresivas compuetas por ammonium. Este agente aclara la piel, le da una apariencia más joven y fresca, cuando en realidad sólo se trata deun engaño óptico. Recurrimos a este tipo de cremas porque la piel, a medida que nos hacemos mayores, se vuelve más oscura; pero lo cierto es que el ammonium puede causar disfunciones en la pigmentación, pequeñas heridas y fotosensibilización aguda.
Agentes que aparentan Hidratación: Suelen ser agentes minerales que bloquean la barrera lípida natural de la epidermis, resecando y agrietándola, por su textura oleosa y siempre brillante. Sólo es un aparente efecto hidratante. A largo plazo pueden causar alergias en cadena, irritación crónica y acné.
Y en último término, los "peores agentes"; aquellos a los que acudimos para paliar los efectos de los a su vez efectos nocivos de todos los productos que hemos utilizado con anterioridad.
¿Y qué es lo peor de todo esto? Que posiblemente nunca vayamos a saber por qué hemos llegado a este último paso. Paradójico, ¿verdad?
¿Por qué la productos 100% naturales? Muy sencillo: A través de nuestra piel las sustancias penetran y llegan al torrente sanguíneo en tan sólo 15 minutos. Todo eso influye en nuestro metabolismo; pero quizás nunca lo sepamos, ya que la manifestación externa de todos esos componentes químicos puede ser muy diferente a lo que entendemos como una mera alergia. Si nuestro organismo reacciona de muy diversas maneras a los estímulos del exterior ante cualquier hecho y circunstancia; te invito a que pienses qué pasaría si ese hecho o circunstancia se transforma en un peso pesado para tu piel. Seguramente te darás cuenta de que hay envases muy bellos por fuera, pero muy pobres en cuanto a su contenido interior. Todo ello obedece a la ley del ánimo de lucro; algo muy respetable, pero también, algo muy criticable por el modo en que se consiguen los fines.
Para gustos... ¡Los colores!
